He estado conversando con unas amigas acerca de las bendiciones que se nos dieron el año 2008, y de verdad no fueron nada de insignificantes. Es más, nuestro Padre exageró la nota en ello de tal forma que hay entre nosotras un gran sentimiento de gratitud. Cada una está más que clara del amor, del puro afecto con que Él nos rodea.
Sin embargo, si no hubiésemos gozado de tantos beneficios sorprendentes, mi gratitud es inamovible por el solo hecho de mirar cada mañana como amanece y comprobar que "las misericordias del Señor son nuevas cada día".
1 comentario:
Lo mas maravilloso de todo es que mirando hacia atras hasta las cosas que en un determinado momento nos parecian injustas y no gratas, no deseadas ni buscadas, nos damos cuenta que habian sido para nuestro bien. Asi es el buen Dios nuestro Padre para con nosotros. Vaya si tenemos que estar agradecidos todas las mañanas y en cada momento. Un abrazo.
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