22.2.08

Las mejores lecturas del verano (parte 2)

(parque forestal, santiago-chile)


Quedan pocos días del verano, quizá sea éste el mejor tiempo para las lecturas (también para la música y la playa, obvio).

Pocas personas en Santiago, la Biblioteca semi vacía, traspaso la puerta vidriada y llego a otra dimensión. Los libros como un ejército dispuesto para la batalla se alzan en la paciencia de la espera. Mucho tiempo han aguardado, como una Penélope que teje y desteje historias.

¿Por dónde empezar? Los anaqueles conducen a lugares jamás imaginados. Llevo varios hacia un escritorio amplio, la luz entra en pleno por los ventanales y allí me quedo, absorta, un aroma a páginas nunca abiertas llena el lugar, páginas que soñaban con manos que las tocaran. No sé cuánto tiempo estuve curioseando, susurrando, riendo, sólo que de pronto unos dedos suaves me tocaron la espalda y una voz atenta me explica que ya es hora de cerrar. Ahí pensé en esa frase de Paul Eluard "existen otros mundos pero están en este".


Y leo a Bertoni.

Claudio Bertoni -me comenta un amigo que se ha puesto de moda- ¿no es maravilloso que un poeta sea descubierto, entrevistado y leído entre toda la levedad de los medios?



Cómo es un poema.

A veces
un poema
es como un huevo:
basta quebrarlo
y se derrama.

Otras veces
hay una línea negra allá arriba
-cerca del fin de la hoja-
y hay que subir
y cuando llegamos miramos detrás
y nuestro rastro es el poema.

A veces
pasa un poema por el cielo
y hay que derribarlo a impactos de obùs.
Cada verso es un impacto
y cuando un verso le da
se acaba el poema
y los demás versos
son los impactos que no le dieron.

A veces
viene un poema
se pone la diestra como un guante
y se autoescribe de pé a pá
de arriba abajo
y de un rún
se quita el guante
y se va.

A veces
hay una línea
y las palabras
la rodean por todos lados
y no se acercan
y se devuelven
y descuelgan
de los 4 abismos
silenciosos de la hoja.
Y la línea es un haiku.

Y a veces
una línea
se quita el sombrero
y adentro hay
otra línea más chica
que también
se quita el sombrero
y así sucesivamente
hasta que una línea
es tan chica
que se quita el sombrero
y adentro está
el punto final.

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