Unos seres raros, extraños, singulares que se atreven a mostrar una realidad paralela, la otra, esa misteriosa belleza escondida que de pronto es expuesta en la palabra de un hombre medio alucinado que se atreve a vivir como poeta. Porque si somos sinceros, la poesía no es para esta sociedad un "artículo de primera necesidad" (*) como debería ser.
Dicen que Chile es un país de poetas. Tienen cierta razón, aunque, particularmente creo que ese don está repartido en todo el planeta (gracias a Dios).
Cuando era niña aprendí a leer a Gabriela Mistral.
Luego descubrí a don Pablo y me deslumbré con don Nicanor.
Pensé que después de Pedro Prado, Ángel Cruchaga , Vicente Huidobro, Pablo de Rokha, Gonzalo Rojas, Alfonso Alcalde, Alberto Rubio, Enrique Lihn, Efraín Barquero, Jorge Teillier, Óscar Hahn, Gonzalo Millán y toda esa cantidad de escritores que poblaron mi adolescencia, poco más había para leer.
Me equivoqué rotundamente.
Las palabras se hacen nuevas como en las estaciones se reproduce la naturaleza y brota profunda, grácil, reluciente.
Esta generación de hoy no está carente de poetas.
Basta leer a Jaime Huenún, Pedro Araya y etc.
Aquí te regalo una muestra de: Raúl Zurita:
Del amor de Chile, del amor de todas las
cosas que de Norte a Sur, de Este a
Oeste se abren y hablan
Los torrentes y los nevados que se tocan
y hablan amándose porque en este mundo
todas las cosas hablan del amor;
las piedras con las piedras y los pastos
con los pastos
Porque así se aman las cosas, las playas,
los desiertos, las cordilleras, los
bosques de más al Sur, los glaciares y
todas las aguas que se abren tocándose
Para que tú las veas se abren
Sólo para que tú lo escuches Chile se
levanta
Sólo para que tú y yo nos miremos
por todo el horizonte, sí mira:
se levantan.
cosas que de Norte a Sur, de Este a
Oeste se abren y hablan
Los torrentes y los nevados que se tocan
y hablan amándose porque en este mundo
todas las cosas hablan del amor;
las piedras con las piedras y los pastos
con los pastos
Porque así se aman las cosas, las playas,
los desiertos, las cordilleras, los
bosques de más al Sur, los glaciares y
todas las aguas que se abren tocándose
Para que tú las veas se abren
Sólo para que tú lo escuches Chile se
levanta
Sólo para que tú y yo nos miremos
por todo el horizonte, sí mira:
se levantan.
(De: El amor de Chile, Editorial Los Andes)
(*Nicanor Parra)
3 comentarios:
El Ojo Protestante saluda a El Ojo Humano ¡Bendiciones!
Hermoso poema ¡Dios bendiga a Chile!.
Un abrazo fraterno desde buenos Aires.
Daniel
Gracias. Te estoy visitando luego.
Saludos desde acá y bendiciones para ti.
Hola
Soy yo otra vez: El Ojo protestante (mejor dicho, el ex-Ojo...)
Y te escribo para avisarte que ese blog desapareció.
Sigo trabajando desde Biografías (www.biografas.blogspot.com).
te enlacé desde allí y desde Technotati
Te envío un cálido saludo.
Que el Señor te bendiga
Daniel Dañeiluk
Publicar un comentario